Siempre he estado enamorada de esta ciudad, me imaginaba paseando por los jardines del Palacio mientras sonaba la música del Concierto de Aranjuez, una de mis composiciones preferidas. El romanticismo y la melancolía que desprenden los jardines se definen perfectamente con las notas que creó Joaquín Rodrigo.
Lo que hace único a Aranjuez es la fusión de la arquitectura, los jardines, las huertas, los paseos arbolados y el agua. Los ríos Tajo y Jarama cruzan la ciudad como si fueran las arterias que la mantienen viva y al mismo tiempo, esa fuerza, se transforma en belleza al surgir de nuevo delicadamente de las esculturas que encontramos en las fuentes.
Recomiendo visitar el Palacio Real, los jardines del Príncipe o de la Isla, la Casa del Labrador y si se tiene tiempo se puede pasear por los entornos naturales que hay alrededor del río Tajo.
Para todos los que se quieran deleitar con la versión más conocida del Concierto de Aranjuez interpretada por Paco de Lucía.